Es prácticamente imposible pensar sin meter mano a las analogías.
Una analogía se basa en identificar las semejanzas entre dos o más fenómenos, para extraer conclusiones de uno y aplicarlas al otro.
Por ejemplo, los médicos suelen identificar al corazón como una bomba, y luego describen a sus componentes como si fueran mecánicos. Este modelo ayuda a conceptualizar y así brindar resultados eficaces. Luego, las semejanzas continúan.
Aunque, en la actualidad las analogías pueden llegar a ser disímiles por la velocidad en la que se generan y destruyen los conocimientos, esta herramienta no deja de ser útil para el análisis conceptual de una idea.
Hora de aprender a trabajar con analogías muchachos!